Pronto, muy pronto, podremos ver en cines ‘Península’, del director surcoreano Yeon Sang-ho y cuyo preestreno tuvo lugar el pasado 8 de octubre en el Festival de Sitges.
Pero mientras el estreno llega a las salas comerciales -siempre COVID mediante-, en El Quimérico le hemos dedicado un programa a ‘Train to Busan’, la primera parte de esta historia de zombies.
Puedes escucharnos en las siguientes plataformas.
Y por supuesto también hablamos de ‘Seoul Station’, la película de animación que se desarrolla casi en paralelo a lo que ocurre en ‘Train to Busan’.
DE QUÉ VA
‘Train to busan’ arranca cuando un virus letal se expande por Corea del Sur, provocando violentos altercados. A partir de ese momento, los pasajeros de un tren KTX que viaja de Seúl a Busan tendrán que luchar por sobrevivir.
Una clásica historia de supervivencia, a la que le dan una vuelta muy original al ser enmarcada en un pandemia zombie y ubicada, durante la mayor parte del metraje, en el interior de un tren en marcha.
CLAVES
Cine de zombies en una sociedad clasista
El clasismo, la desigualdad y como el hombre puede ser un lobo para el hombre son algunas de las ideas que están presentes de un modo más claro en la película. Pero no sólo las vamos a encontrar en ‘Train to Busan’, sino en general en el resto de la filmografía de Yeon Sang-ho, que al igual que Bong Joon-ho -su compatriota y director de la premiada ‘Parásitos’ o ‘Snowpiercer’, la cual también transcurre en el interior de un tren-, en sus películas critica de un modo ácido a la sociedad surcoreana.
Una tensión constante durante toda la narración
Uno de los aspectos más interesantes es cómo maneja la tensión la cinta, ya que en lugar de ir dosificando y ejerciendo cada vez mayor presión sobre los personajes, se apuesta por un ritmo constante en el que la tensión es prácticamente igual de estresante de principio a fin.
No hay ni un segundo de respiro… por otra parte, si se piensa detenidamente, seguramente sea lo normal en un holocausto zombie.
Un aspecto visual brutal
La puesta en escena es realmente espectacular. Los zombis son interpretados por bailarines y especialistas que consiguen retorcerse de maneras realmente desagradables y en los primeros planos resultan totalmente realistas.
Los planos generales, con sus efectos digitales y sus grandes turbas de zombies son muy efectistas, recordado a otras grandes películas del género como Guerra Mundial Z.
Además las escenas de acción y en general la realización en el interior del tren están trabajadas al milímetro.
Como novedad esta temporada, queremos promocionar cortometrajes. En esta ocasión es Pablo S. Pastor quien nos presenta su cortometraje ‘Into the Mud’ que podéis ver aquí:
EL QUIMÉRICO INQUILINO 